jueves, 21 de octubre de 2010

Beldad Innegable




Esa Preciosura
va contoneando su caderas y
meneando su trasero
al son de las maracas
cada vez que por las calles camina.

Es una diosa,
desde que ha conocido la afeitadora
todos la miran,
la desean,
la devoran con los ojos
 de los pies a la cabeza
de la cabeza a los pies.

Todo una delicia
el bombón más dulce,
la más puta,
la más bella,
así se siente cada que ve
a los hombres babear por ella.

Voltea y lanza lascivas miradas
a quienes con los ojos la hacen suya
convirtiéndolos en sus fieles
y eternos seguidores.

Éxtasis recorre su cuerpo
 al verse en el espejo,
es tan poderosa,
solo con su aroma a FRESAS
hace que cualquier pendejo
se desvanezca ante su presencia.




Es un regalito que me he hecho por motivo a mi cumple!!!!!
22/10/2010

domingo, 10 de octubre de 2010

Monosílabo Hiriente!!!!



No!!!!
Espada sin filo
con el corte exacto
que propina un samurai
me desgarras cada vez
que te lo propones.

No!!!... no lo repitas, no...
que me lastimas con sigilo
acción digna de un papión iracundo.

En un principio,
tu olor a caramelo me incitaba
a querer dedicarte todo
el tiempo posible,
en cambio ahora solo percibo
el cianuro que realmente
emana de tu piel.

Ya no!!!!... no vuelva a decir no!!!!
me harté de escuchar aquel
monosílabo hiriente
que para mi persona
resulta perniciosa en demasía.

domingo, 3 de octubre de 2010

Agonía Tormentosa




Pobre desdichado,
moribundo lleno de dolor,
solo cuentas los minutos
que te quedan de vida
mientras escuchas a esa bata
andante decir: "El joven está a punto
de iniciar una siesta eterna".

Sudas frío,
tiemblas de dolor,
sientes que tu alma
quiere desprenderse
de tu cuerpo.

Infeliz,
el infortunio colma tu vida,
un aire funesto
reina en tu entorno
y solo te queda esperar
que un milagro haga
de los últimos minutos
de tu existencia
algo menos doloroso.

Pobre desdichado,
sientes que tu alma quiere
desprenderse de tu cuerpo,
infeliz,
estás a punto de iniciar
una siesta eterna.

Visualización perturbadora



Ayer te vi de lejos
 y no te imaginas
las nauseas que
me provocaste ni
tampoco como mi cuerpo
me rogaba a gritos insonoros
que corriera hasta desgastar
el agua salobre de mis
hermosas esmeraldas.

La decepción carcome
todo mi ser
volviéndome solo cenizas
y lo bueno en mi se ahoga
en el estanque de llantos
que has creado con gran
esmero.